Wednesday, April 23rd, 2014

Grasas saturadas y demas

¿Sabéis que, incluso, pretendían
arrancarme las grasas saturadas a través de liposucciones
locales al estilo del factor quema grasa?. Ahora me doy cuenta de lo
negativo que habría sido para mí realizar aquella
acción.

Y la solución la tenía ante mis ojos.



Mi padre es un hombre normal, sin problemas de sobrepeso, y cuando por
algún motivo salía la realidad que me
acompañaba, siempre decía la misma
expresión: "En los países del tercer mundo no hay
gordos".



La referencia a esos países no es en tono despectivo, ni
mucho menos, sino que lo califica por el hecho de que para el que vive
sin ansiedad en vivesinansiedadya
, "quien no puede comer, no puede engordar".

Es evidente que hay quien tiene problemas endocrinológicos,
que provocan el resultado conocido de la gordura, y que asimilan los
nutrientes de forma biológicamente equivocada.

Pero, como también dice mi padre, en esos países
no existen ese tipo de respuestas de una mala función
glandular.



Sea como sea, si no se come no se puede engordar. Eso está
clarísimo. Y como ejemplo de ello el mundo de las
enfermedades relacionadas con la Anorexia o la Bulimia, que siendo por
defecto de ingestiones alimenticias, no hay ni una sola persona que
haya sufrido la enfermedad y que sea gorda y que vive sin ansiedad.



Los razonamientos no son equivocados, y esa puede ser una buena base
para estabilizar el peso y la situación corporal, si dejo de
comer seguro que
adelgazaré
...
¡hasta la muerte!.

Curiosamente, tengo un conocido que trabaja en las Pompas
Fúnebres de mi ciudad, y hablando sobre este hecho me hizo
un comentario de algo en lo que jamás hubiera
caído si él no me lo hubiera comentado: "Para la
gente como tú, los ataúdes son de tallas
especiales, siendo, lógicamente, mucho más caros".




Incluso después de muerto estar gordo es un prejuicio
lamentable.



Respecto a temas económicos me gasté, antes de la
llegada del euro, más de dos millones de pesetas en
consultas privadas como en el sistema de vive sin ansiedad y soluciones
milagrosas contra la obesidad, y ninguna de ellas fue efectiva segun el
factor quema grasa.

Después de la llegada del euro supongo que debo estar en los
dos o tres mil euros de gasto, pero al final encontré la
solución por mis propios medios.



Todo lo gastado e invertido fue en vano, por que la respuesta
está muy lejos de tanto perfeccionamiento y
sofisticación. La solución reside, inicialmente,
en el interior de cada uno, en su voluntad y en la insistencia sobre el
método decidido que, lamentablemente, siempre se reduce a la
voluntad de un tercero por enriquecerse.



¿Por qué nos enfrentamos a sofisticados
métodos analizados por los mejores profesionales y seguimos
en la misma situación de obesidad tratada con el factor
quema grasa Factor-quema-grasa-funciona?.
Por que si alguien nos diera una solución real, no
milagrosa, no habría más gordos en este mundo, y
consecuentemente, se acabarían sus grandes beneficios.



Los productos dietéticos, los preparados alimenticios, la
creación de dietas personalizadas al estilo de vive sin
ansiedad, y otros afines, no son más que los medios de
aquellos que, de nuestra pesada condición, han creado un
negocio a nuestras grandes espaldas.



He visto y he hecho grandes aberraciones para adelgazar, y lo
único conseguido han sido depresiones, ansiedades y
enfermedades somatizadas por la imposibilidad para conseguir el
objetivo.

Ciento cuarenta kilos para un metro setenta y cinco de altura. Una
aberración.



Los gastos para recuperar una condición física
estándar a mi altura: injustificados según su
resultado.

Mi situación psicológica: de
desesperación.

¿Cómo solucionar algo así?.
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Sunday, April 6th, 2014

Objetivo:perder peso

Marie-Pierre,
que cree sano consumir queso para desayunar, propone a Pierre que
compren uno para untar bajo en calorías, lo cual
evitará la mantequilla de las tostadas y les
procurará las ventajas propias del queso. Si se hubiera
molestado en darle la vuelta al producto para leer su
composición, habría leído que se trata
de una mezcla ligeramente lacteada a la que se han añadido
varios espesantes. En resumidas cuentas, una pasta sintética
fabricada a partir de leche y numerosos aditivos, un
acompañamiento para el pan que no tiene nada que ver con un
alimento real. El valor calórico del conjunto de productos
ligeros expuestos frente a los ojos de Marie­Pierre y Patrick
varía entre las 108 y las 307 calorías por cada
100 gramo como nos aconseja la dieta disociada. Patrick, por su parte,
se fía de los nombres que conoce, como el calcio o el
magnesio, para efectuar una selección entre los diferentes
quesos, pero tampoco dispone de elementos que le permitan distinguir
cuál de ellos contiene más.





Detrás de ellos, Françoise y Jean siguen haciendo
sus compras www.taringa.net/posts/salud-bienestar/17386629/El-metodo-grabriel-estafa-o-realidad.html
 en temas como el metodo gabriel. Como cada vez más
a menudo los quesos se venden en porciones recubiertas de diferentes
productos (pimienta, nueces, pasas...), en frascos con aceite y a veces
envasados en plástico preparados para el consumo, han
comprado un queso para raclette cortado en lonchas. Las lonchas
cortadas, a razón de 150 gramos por persona, equivalen a 600
calorías (es decir, 600 gramos de pescado, por ejemplo). La
gama de aperitivos de queso también ha cambiado. Se
acabó la era de los quesitos en forma de cubos como viene
con la dieta disociada. Ahora algunos se venden en una especie de
bandeja de plástico gracias a la cual los quesos parecen
pequeños patés. Se les llama provenzales,
italianos, tradicionales... Si le dieran la vuelta a la caja, nuestros
consumidores se darían cuenta de que esos quesos contienen
un 70 por ciento de materias grasas. Que todos han sido elaborados de
la misma manera y que lo único que los distingue es la
micropartícula de hierba que le han puesto encima. Si nos
vendaran los ojos para probarlos, seríamos incapaces de
distinguirlos.







A Jean le gustan los quesos de untar, pero no los escoge en la gama
dietética. Cuánto más cremosos son,
más grasa contienen. Así que entre el queso de
untar que mete en su carro contiene el doble de calorías que
el manchego natural. De manera que consume el doble de grasa. 25 gramos
de manchego contienen, en efecto, 70 calorías, ¡25
de su queso para untar, 150!

Otra sección tentadora: la de charcutería que se
aconsja en la dieta disociada ladietadisociada.webs.com.
Se acabó el tiempo del jamón recién
cortado o de los primeros jamones envasados en paquetes de
plástico. Ahora vienen de todos los rincones usados en el
metodo gabriel : de las Arderías, del valle de Aosta, de
España, de Westfalia o de Bayona. Son rústicos,
ahumados, con o sin pimienta, en lonchas finas.



Marie-Pierre sabe lo que va a comprar: ha visto un jamón con
menos de un 2 por ciento de materia grasa. Pero lo que para ella es un
tipo de jamón, es en realidad un agregado de carne de pavo
químicamente desgrasado y cortado en lonchas
después de haber sido reconstituido. Si bien es cierto que
ese producto contiene muy poca grasa, también es verdad que
se trata de un simulacro de jamón... extremadamente salado.
Y como no podrá contentarse con una loncha o dos, el exceso
de sal reforzará su deseo de consumir una mayor cantidad.



Tiene prohibidos los demás productos de
charcutería, lo sabe desde hace mucho. De modo que
Marie-Pierre no compra embutidos tipo cecina porque cree que es
más perjudicial para su línea que los
demás. Una vez más se equivoca, porque se trata de
carne de buey

seca relativamente magra. Tampoco sabe qué diferencia hay
entre una loncha de fiambre de pavo y una de pollo cuando, en realidad,
esta última es la más grasa. Compra unas
pequeñas salchichas de Frankfürt pensando que
podrán sustituir la carne pero, si leyera la etiqueta,
comprobaría que dicho alimento es más rico en
materias grasas que en carne.
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